El hallazgo ocurrido tras 13 años del último avistamiento, dijo Luis Zambrano, director de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel
Demuestra que Ciudad Universitaria puede ser punta de lanza en conservación urbana, afirmó
Se pueden visitar las zonas autorizadas de la REPSA, pero hay que hacerlo con respeto
Luego de que en 2004 se le viera por última vez en libertad, fue encontrada en Ciudad Universitaria una zorra gris, viva y adulta.
El hallazgo ocurrió dentro de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), un espacio único con 237 hectáreas, y sucedió mientras universitarios realizaban muestreos de sus proyectos de investigación.
“Biológicamente abre más preguntas que respuestas, y significa que el ecosistema de la Reserva puede estar mucho mejor de lo que esperábamos”, indicó Luis Zambrano González, investigador del Instituto de Biología (IB) y secretario ejecutivo de la REPSA.
Hipótesis
Los científicos manejan tres hipótesis acerca de la aparición de la zorra gris dentro de la REPSA. La primera, sostiene que estaba ahí desde hace mucho tiempo y nadie la había visto porque estaba escondida y deprimida por los perros ferales (salvajes). “Al bajar un poco la población de estos perros tal vez se expandió y entonces la pudimos ver de nuevo”, señaló Zambrano.
La segunda hipótesis indica que tal vez llegó sola del sur de la Ciudad de México, de zonas como Tlalpan o el Ajusco, donde aún viven estos animales. “Las zorras, aunque son de campo, son capaces de sortear obstáculos urbanos como las calles. En tal caso tuvo que cruzar el Periférico o Insurgentes, pudo hacerlo de noche (pues son animales nocturnos) y evitar que la atropellaran. Luego encontró la Reserva y se quedó aquí”, añadió.
La tercera hipótesis es que fue introducida. “Es posible que alguien la haya metido, quizá no sabía qué hacer con ella y en vez de reportarla a las autoridades la trajo aquí. Nos ha pasado con otras especies como cotorras, tucanes y mapaches, que no son especies de este ecosistema, pero la gente no lo entiende”.
Reintroducción de la zorra gris
El proyecto de reintroducción de la zorra gris en la REPSA tiene varios años y ya han realizado un análisis de riesgo para saber si se puede hacer o no. “Antes de hacer la reintroducción apareció esta zorra, así que se aceleró el proceso”, subrayó Zambrano.
Actualmente, el científico está armando un proyecto con expertos en el tema, tanto del IB como de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ). “Queremos saber de dónde llegó, qué come, por dónde se mueve, si está sana o se enfermará”.
Con ese objetivo se reúne equipo para hacer un seguimiento del animal, un mamífero carnívoro de la familia Canidae, distribuida en el continente americano, desde el suroeste de Canadá hasta Venezuela.
En México se encuentra en todo el país
Es un animal pequeño —más que un coyote—, con una longitud total que va de los 80 a los 112 centímetros, y un peso de dos a cuatro kilogramos. Usualmente, es gris con un mechón negro en el dorso de la cola, con el pecho y la garganta blancos y una mancha café en los costados.
Se sabe que su dieta es omnívora, consume vegetales y sus presas preferidas son conejos, ratones, tuzas, aves, lagartijas e insectos. Ocasionalmente devora carroña, y si está cerca de asentamientos urbanos come desperdicios.
Habita en una gran variedad de sitios, pero prefiere lugares con una cubierta arbustiva densa. Se encuentran desde bosques templados hasta en matorrales xerófilos.
Vigilancia con fototrampas
El monitoreo del ejemplar servirá para saber si es hembra o macho y si está solo o con otros. “Son animales que viven en familia”, resaltó Zambrano.
Para vigilarla, se pondrán fototrampas, que son cámaras que se encienden cuando pasa algo o alguien frente a ellas. “Las estamos consiguiendo, para ver si la zorra regresa a donde fue vista”.
La zorra gris es considerada por los expertos una especie “bandera”, pues su existencia significa una larga cadena de vida animal y vegetal. Si vive en la Reserva, significa que existen 15 o 20 especies en la región, comenzando por sus presas (desde pequeños mamíferos hasta insectos).
“Es una especie clave porque es un depredador punta, es decir, es capaz de modificar el sistema en que vive de arriba hacia abajo. La zorra demuestra que Ciudad Universitaria puede ser punta de lanza en conservación urbana”.
Para ello, debemos respetar al animal y al ecosistema. “Podemos visitar las zonas autorizadas de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, pero hay que hacerlo con respeto”, finalizó.
Artículo original:
DGCS UNAM