La polución, problema regional, afirman especialistas de la UNAM
En días recientes hubo una alta presión, muy estacionaria, en la zona central del país, lo cual no permite la dispersión de los contaminantes. A eso se ha sumado un tiempo seco y muy caluroso, con vientos muy ligeros, explicó Telma Castro Romero, directora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA).
El clima y la meteorología no pueden cambiarse. La temporada de calor y el sistema de alta presión que han agravado el problema, ya se preveían; ocurren cada año. Por eso se requiere incidir en los factores que sí pueden modificarse, como las emisiones de contaminantes.
En conferencia de medios, especialistas de la UNAM señalaron que esta afectación ambiental no es un problema de la Ciudad (CdMx) ni del Estado de México, sino regional y de manejo de cuenca. Por ello, para enfrentarlo se requiere de la participación de todos los niveles de gobierno: delegaciones y municipios, gobiernos estatales pertenecientes a la Comisión Ambiental de la Megalópolis y federal, así como resolver huecos legislativos y coordinar acciones.
Hasta ahora, en el Valle de México la gestión de la calidad del aire no se está realizando en esos términos y hay que corregirlo. La fase 1 de contingencias se seguirá activando mientras las condiciones actuales de emisiones y su control no estén bien normadas, añadieron.
Paulina Ordóñez Pérez, investigadora del CCA, refirió que en los últimos días se han presentado temperaturas anormalmente cálidas. “Estamos viviendo una circulación anticiclónica en las capas medias de la atmósfera, lo cual ocasiona temperatura cálida y un aire seco y estable”.
El 14 de mayo apareció un sistema de altas presiones sobre el centro de México y las temperaturas máximas comenzaron a elevarse; así continuó la situación hasta el 23 de este mes, aclaró la experta en climatología. Se trata de una ola de calor en la que en 80 por ciento de los observatorios analizados durante más de tres días la temperatura ha sido mayor a la temperatura umbral de 30 grados.
Adicionalmente, en la ciudad las superficies cubiertas de pavimento, concreto y suelo desnudo inducen un incremento de temperatura por una mayor absorción de la radiación solar, originando una diferencia significativa con respecto de los alrededores rurales. Este fenómeno, conocido como isla de calor, es más pronunciado durante el periodo nocturno en que las edificaciones conservan por más tiempo el calor recibido durante el día.
Las temperaturas máximas del 14 al 21 de mayo en la Ciudad de México se presentaron en las zonas altas al sur de la metrópoli, aumentando hacia las zonas más bajas en el centro y en el norte de la urbe. Las temperaturas alcanzaron un máximo de 32.5° C durante los días 19 y 20 de mayo.
Gerardo Ruiz Suárez, también del CCA, recordó que el ozono se forma todos los días a partir de compuestos orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno y radiación solar. Durante la noche, la mayor parte se destruye.
En invierno disminuye la radiación ultravioleta y baja la producción del contaminante, pero conforme nos acercamos al verano, aumenta, y eso impacta la formación del ozono. En época de lluvias la atmósfera se limpia.
En condiciones favorables, aclaró, los contaminantes duran unas ocho horas en la cuenca del Valle de México, pero bajo el escenario contrario lo hacen mucho más. Además, el problema es regional, con transporte de contaminantes entre cuencas vecinas, quemas agrícolas, etcétera. “En este periodo de alta presión llegaron nubes de humo provenientes de incendios forestales en Michoacán y Guerrero que cubrían todo el centro del país”.
Muchas fuentes de emisiones
Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía, dijo que la causa del deterioro ambiental es la forma en la que está estructurada la ciudad y su crecimiento desordenado. Hay muchas fuentes de emisiones, pero una de las primordiales y que se puede atacar de manera eficaz es el transporte.
Dentro de la urbe se hacen viajes más largos para realizar las actividades cotidianas y eso implica mayor emisión de contaminantes por persona. “Al respecto, se puede hacer algo para componer cómo nos movemos dentro de la ciudad”, finalizó.
Autor: Laura Romero, 25 de mayo de 2017
Foto: Agencia Enfoque
Publicado en:
GACETA UNAM