Hace unos días, la Comisión Ambiental Metropolitana se presentó el Programa de Gestión Federal para Mejorar la Calidad del Aire de la Megalópolis 2017-2030 (Proaire de la Megalópolis), el cual busca reducciones significativas de las emisiones contaminantes en el centro del país en los próximos 13 años.
¿Por qué es importante este anuncio? Desafortunadamente el aire que respiramos en la mayoría de las ciudades mexicanas no es de buena calidad. Un claro ejemplo es la Megalópolis, integrada por la Ciudad de México y de los estados de Hidalgo, Morelos, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y recientemente Querétaro, donde de acuerdo con los datos del Proaire, durante 2015 la concentración de algunos contaminantes rebasó los límites permisibles de las normas Oficiales Mexicanas de Salud Ambiental.
Al mejorar la calidad del aire estamos mejorando también nuestra salud. De acuerdo con las proyecciones realizadas para 2050 por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD), la contaminación del aire se convertirá en la primer causa de mortalidad para 2050, superando a la falta de acceso a agua potable y saneamiento.
Actualmente, la contaminación del aire es considerada la amenaza ambiental más grande que enfrenta la humanidad, sus impactos a la salud van desde muerte prematura, infarto cerebral, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias agudas o crónicas, asma, enfermedad pulmonar obstructiva; hasta efectos menos graves pero más comunes como malestares respiratorios, dolor de cabeza, mareo, irritación e inflamación de ojos.
Es por ello que todas las medidas que se tomen desde ahora serán de gran importancia para minimizar los daños a la salud de la población. El Proaire de la Megalópolis plantea un “cambio estratégico” para hacer frente al desafío que representa la contaminación, a través de 6 líneas de trabajo y 38 acciones que los gobiernos estatales habrán de implementar, entre las que se encuentran: conservación de los ecosistemas, reducir las emisiones de las instalaciones industriales como la refinería de Tula, así como las provenientes del transporte público y privado; regular la contaminación proveniente del sector doméstico, comercial y de servicios y mejorar las capacidades de gestión de la calidad del aire.
A simple vista, estas acciones lucen como un gran primer paso para mejorar el aire que respiramos en la zona centro del país, pero como siempre habrá que ver cómo se desarrollan e implementan en los sucesivo para que verdaderamente tengan un impacto significativo en mejorar la calidad del aire que respiramos.
Artículo original:
Green Peace México